miércoles, 11 de diciembre de 2013

ALTA TENSIÓN



ALTA TENSIÓN
EL LOBO JUGADOR
 

ALTA TENSIÓN
El poder de las centrales energéticas.
 

            Alta Tensión es un juego publicado en España por la famosa empresa Edge y su autor es Friedemann Friese. Este juego ha sido premiado en varias ocasiones y es uno de los juegos más conocidos y valorado por los jugadores de los juegos de mesa estilo “eurogames” o de “cubitos” como suelen ser llamados. Es un juego de origen alemán que cuenta con varias expansiones, que suelen constar de diferentes mapas o cartas de centrales energéticas nuevas. Aunque ya hace varios años que fue puesto a la venta, su popularidad y afición es tal, que hoy en día es posible encontrarlo con relativa facilidad en cualquier punto de venta dedicado a los juegos de mesa, incluso en las grandes superficies tipo El Corte Inglés o FNAC, lo que nos puede dar una idea de su popularidad y éxito en ventas. Es, lo que se dice, un gran clásico.

De qué va.

            Alta Tensión es para hasta seis jugadores, con la salvedad que incluso dos pueden jugar perfectamente simplemente aplicando las reglas que vienen en las instrucciones. El tablero de juego es un mapa, que en su versión básica es Alemania por un lado y Estados Unidos por el otro. Cada jugador representa a una corporación energética y su misión consiste en crear centrales energéticas en las principales ciudades y proporcionar electricidad a dichas ciudades a la vez que expandirse hacia otras zonas teniendo especial cuidado de evitar que la competencia le deje sin espacio. Todo eso mientras se gana dinero, se gasta en adquirir recursos (basura, carbón, petróleo y uranio), en mejorar las centrales energéticas y en aguar la fiesta al contrario. Básicamente, el turno de juego consiste en:
1) Determinar el orden de juego.
2) Subasta de centrales eléctricas.
3) Adquirir recursos para que las centrales eléctricas puedan funcionar.
4) Construir casitas. A más casitas abastecidas por centrales eléctricas, más dinero cobrarás.
5) Administración (burocracia). Se realizan los cobros y otras gestiones.
            Además, hay tres pasos en el juego que servirán para dejar libres las restricciones de construir las casitas o pujar por las mejores centrales eléctricas que desde un principio de la partida lastra a los jugadores. También sirven estos pasos como ayuda a los jugadores que se han quedado encerrados en sus áreas sin poder expandirse porque otros jugadores más avispados les han cerrado los pasos.
            La partida termina cuando uno de los jugadores construye el número de casitas limitado (que varía según el número de jugadores) y entonces el jugador que más casitas pueda alimentar con sus centrales energéticas gana la partida. En caso de empate, gana el que más dinero tenga.


Lo peor.

            En sí, no encuentro nada de malo en este juego, en el sistema, me refiero. Así que tengo que ir a otros apartados para reseñar lo peor de Alta Tensión. Una de las cosas peores es el dinero, que son simples billetes de papel de colores muy similares al Monopoly. Lo cierto es que esto es bastante cutre, y más si tenemos en cuenta que en este juego el dinero es muy importante, se manosea durante toda la partida y cambia de manos más rápidamente que un desnudo de la princesa Leia entre seguidores de Star Wars. Se lo podían haber trabajado un poco más.
            Bastante simplón es también el tablero de juego, con un estilo que quizás nos pretenda evocar la época industrial de los años 50 ó 60 del siglo XX, pero que se antoja bastante pobre para lo que es el juego. Siendo uno de los mejores juegos, es sorprendente que su presentación sea tan mala.

Lo mejor.

            Alta Tensión es un juego perfectamente equilibrado. Está pensado al detalle, evitando el factor suerte y dejando que sean el ingenio, el cálculo y la audacia de los jugadores lo que gane la partida. No hay factor suerte en este juego, hay decisiones buenas y malas, y las que tomes son las que marcarán tu partida. Con todo, aunque te vaya mal, el juego te permite recuperarte, si eres lo suficientemente listo, y dar la vuelta a la tortilla, alzándote con la victoria. Las estrategias son a largo plazo, y hay que saber equilibrar gastos con beneficios de forma correcta.
            El sistema de subastas de las centrales energéticas es bastante sencillo y divertido, y suele dar lugar a situaciones divertidas entre los jugadores e incluso muy competitivas.
            Otro paso muy divertido del juego es cuando se adquieren los recursos necesarios para alimentar tus centrales, porque se suelen agotar y hay jugadores que los acumulan para boicotear a los contrarios.
            Pero lo mejor del juego es sin duda lo dicho más arriba: su equilibrio. Si eres el que más casitas y dinero tienes, no optas antes a los recursos ni a construir casitas; y, al contrario, si eres el que peor va y tienes las peores centrales, optas antes a los recursos y a colocar las casitas, con lo que puedes fastidiar a los que te van ganando. Y así con todo el juego.
            Decididamente, es uno de mis juegos favoritos y lo recomiendo encarecidamente, no pudiendo faltar en tu ludoteca de juegos de mesas. Además, y esto también es importante, su precio no es excesivamente alto para el gran juego que es y las muchas horas de diversión que te va a proporcionar.





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