AVENTUREROS
AL TREN
EL
LOBO JUGADOR
AVENTUREROS
AL TREN
(Viajando
en tren te lo puedes pasar muy bien; si no te cortan las vías)
Aventureros
al tren (Ticket to ride como es conocido internacionalmente) es un juego de
temática ferroviaria, de los que en la actualidad ya existen varios en los catálogos,
pero que fue de los primeros y todo un éxito de ventas. Fue diseñado por Alan
R. Moon y puesto a la venta en 2004 por Days of Wonder. Desde entonces, no ha
parado de vender ejemplares, sacar expansiones y ganar premios, entre los que
se encuentran el Mejor Juego Original y Mejor Juego del Año, ambos en 2004, o
el prestigioso As d’Or en 2005. Se ambienta a finales del siglo XIX y con un
estilo claramente victoriano, haciéndonos recordar aquellos libros de aventuras
de Julio Verne o Conan Doyle entre otros autores.
Es
un juego para 2-5 jugadores y con una media de una hora por partida, puede ser
incluso menos o un poco más dependiendo del mapa al que se juegue. La caja
básica contiene el mapa de Estados Unidos y enseguida salió la siguiente con el
mapa de Europa, que ya ha conocido una actualización. Estos dos mapas se
consideran básicos, pero existen muchos más. Es sencillísimo de jugar, y nos da
una pista de tal circunstancia el que se considere un juego para niños a partir
de ocho años.
De
que va
Como
prácticamente todos los juegos de mesa, la finalidad es tener el mayor número
de puntos de victoria. Para conseguirlos, los jugadores deberán ir tirando vías
de ferrocarril a través del mapa, uniendo ciudades y consiguiendo, si pueden,
la vía más larga. Vamos a centrarnos en el mapa básico de Estados Unidos, pues
las reglas para todos los mapas son iguales a excepción de algún que otro
pequeño detalle que diferencia a una expansión de otra. Cada jugador dispone de
un número determinado de ferrocarriles de un color y de cartas, que irá
adquiriendo durante el juego, que le ayudarán a tirar las vías. Los jugadores,
para saber que vías deben construir, tendrán una serie de tickets o billetes
que les indicarán que ciudades son las que tienen que unir. A mayor distancia
una ciudad de la otra, mayor será la dificultad para unirlas, pero también más
grande será el premio. Pero cuidado, pues el número de vagones de tren es
limitado y generar vías muy largas puede dar como resultado que te quedes sin
vagones y no puedas completar los billetes con el riesgo que eso supone. Vamos
a explicar cómo funciona un turno de juego.
Una
vez preparado el juego, que es muy sencillo, cada jugador dispondrá de tres
billetes al azar. Esos son sus objetivos. En cada ticket podrá observar la vía
que debe tirar y las dos ciudades que la unen. Como he dicho antes, las vías
largas te darán como premio más puntos de victoria, mientras que las más
cortas, siendo muy fáciles de unir, menos puntos. Lo ideal sería tener al menos
una vía larga y dos cortas, pues si tienes tres muy largas te puedes quedar sin
vagones de tren. Al final del juego, cada billete cerrado dará sus puntos de
victoria, pero como tengas uno o varios ticket sin cerrar se te descontarán
esos puntos. Así, si por ejemplo poseías un ticket con valor de 12 puntos y no
has cerrado la vía, se te descontarán esos 12 puntos de tu total de puntos de
victoria. Si cuando se han repartido al azar los tres billetes iniciales estos
no te gustan, tienes la opción de cambiar uno, dos o los tres por otros tantos
billetes, pero los que te salgan te los tendrás que quedar. Esto se puede hacer
en el inicio del juego, pero no ya durante el resto de la partida. Una vez que
se ha sorteado el jugador inicial, comienza un turno que consiste básicamente
en realizar una de tres acciones posibles. Recuerda, sólo puedes hacer una de
las tres, no las tres.
1-Coger
cartas de colores.
Existe una baraja de cartas que representan vagones de tren, y esas cartas son
de diversos colores: blanco, naranja, azul, negro, amarillo, rojo, violeta y
verde. En la baraja existe el mismo número de cartas de cada color, por lo que
no existe ventaja para un determinado color. ¿Qué representan estos colores?
Las vías del tren. Si observas el tablero de juego las vías son de un
determinado color, siempre el mismo durante un trayecto que une una ciudad con
otra. Por ejemplo, las ciudades de Portland y San Francisco están unidas por
dos vías, una de color rosa y la otra verde. Esto significa que para colocar
tus vagones de tren necesitarás tener únicamente cartas de color rosa o verde.
Puesto que la distancia entre las dos ciudades es de cinco espacios (cada
espacio representa uno de tus vagones que tendrás que colocar) necesitas tener
o cinco cartas rosas o cinco verdes. Luego explicaré las reglas para tender las
vías. Así pues, la acción de coger cartas significa que cuando se empieza la
partida cada jugador dispondrá de X cartas. A un lado se pondrá el mazo de
cartas boca abajo y cinco cartas boca arriba a la vista de todos los jugadores.
Un jugador, en su turno, si elige la acción de coger cartas, podrá coger dos
cartas con las siguientes opciones:
a) Tomar una de
las cartas boca arriba porque el color le interesa. Inmediatamente que el
jugador retira la carta se pone la siguiente del mazo en su lugar. No se pueden
coger las dos cartas a la vez. Se ha de hacer de una en una. Si la siguiente
carta que sale también le interesa al jugador, puede cogerla y con eso termina
su turno.
b) Tomar cartas
del mazo boca abajo. Si no le interesan las cinco cartas boca arriba, el
jugador podrá coger una carta, siempre la primera, del mazo y luego otra más,
con lo que termina su turno. Puede hacer una mezcla de la opción a y b. Toma
una de las cinco boca arriba y luego una del mazo. O al revés, es su gusto.

Puedes
tener en tu mano todas las cartas que quieras, no hay límite. Cuando el mazo se
acaba, se barajan las cartas utilizadas y se vuelve a poner boca abajo. Si por
cualquier circunstancia en las cinco cartas boca arriba hay tres comodines, se
descartan todas las cartas y se ponen otras cinco nuevas.
2-Construir
la vía ferroviaria.
Cuando un jugador tiene las suficientes cartas de colores, y siempre que sean
del mismo color, puede construir la vía. Sigamos con el ejemplo antes
mencionado. Entre Portland y San Francisco existen dos tramos de vías de color
rosa y verde. Si un jugador tiene las cinco cartas necesarias, pongamos verdes,
puede construir la vía. Entonces descarta las cinco cartas y coloca cinco
vagones, uno por cada espacio. Sólo se puede construir una vía por turno y ésta
debe ser tirada de una vez, hay que completarla. No se pueden poner tres
vagones en un turno y dos en el siguiente. Los comodines ayudan en esta acción.
Se pueden tener cuatro cartas verdes y un comodín, incluso cinco comodines;
todos ellos contarían como verdes.
Existen
unos determinados tramos de vías que son de color gris. Son vías comodín. En
esas vías se pueden utilizar las cartas de colores que el jugador desee, pero
con la regla de que tienen que ser todas las cartas del mismo color. Si el
tramo es de cuatro espacios de color gris, un jugador puede utilizar cuatro
cartas de color negro, o de color rojo, o azul, pero las cuatro iguales. Aquí
también se pueden utilizar los comodines.
Cada
vez que se construye una vía, inmediatamente el jugador que la hecho se lleva
una serie de puntos de victoria. Cuanta más larga sea la vía, más puntos de
victoria. No es aconsejable demorarse mucho en construir las vías, porque son
limitadas. Si uno desea ir de Toronto a Chicago (tramo de cuatro espacios en
blanco) se puede encontrar con que otro jugador ha construido antes la vía y se
vea obligado a dar un increíble rodeo que la hará perder turnos, cartas y puede
que hasta puntos.
3-Elegir
nuevos billetes.
Se puede dar la circunstancia de que antes de que acabe la partida hayamos
conseguido completar los tramos requeridos en nuestros tickets. Si es así,
tenemos la opción de elegir en nuestro turno escoger nuevos destinos. Tomamos
tres billetes al azar del montón y nos los quedamos. Podemos quedarnos con los
tres o con dos, pero es obligatorio quedarse con al menos un ticket. Es
importante echar un vistazo al mapa y a nuestras líneas ferroviarias ya
construidas. Con un poco de suerte podemos tener un billete medio realizado o
realizado simplemente uniendo un tramo de una ciudad con una de nuestras
líneas. Pero ojo aquí también, porque cuantos más billetes tengamos más difícil
será que los podamos completar ya sea porque se nos acabe la partida o los
vagones.

Lo
peor
No
hay estrategia. Olvídate de ella, es que no la hay. Es un juego tan sencillo que
no existen estrategias para ganar, a lo sumo, acumular unas cuantas cartas y
tirar varias vías seguidas durante tus turnos, pero es que no da de más el
juego. Aventureros al tren no es un juego apreciado por los veteranos (aunque
la gran mayoría de ellos lo han jugado) y tienden a olvidarlo o menospreciarlo.
El juego básico, el del mapa de Estados Unidos, es muy malo, muy simple, no
presenta mucha emoción ni apenas riesgo. El azar está presente en el desarrollo
del juego, ya que se depende de las cartas de colores para poder tirar las vías
ferroviarias. Si no salen las que quieres o te las van quitando los otros
jugadores delante de tus narices vas dado. Con todo, tampoco es un juego de buscarles
las cosquillas a los adversarios más allá de quitarle una vía a alguno, el comodín
o la carta de color. Apenas hay interacción entre los jugadores.
Lo
mejor
La
sencillez de Aventureros al tren es su mejor baza. Es tan simple y directo que
en cinco minutos se explican las reglas y al segundo turno todos los jugadores,
por muy novatos que sean en los juegos de mesa, ya saben lo que tienen que
hacer. Es ideal para introducir en este mundo a los inexpertos y para jugar en
familia es casi perfecto. Aunque, como ya he dicho, los jugadores más veteranos
lo suelen despreciar, lo cierto es que cumple muy bien su función de entretener
y hacer pasar buenos ratos. La duración de sus partidas, al ser de una hora, permite
jugar dos o tres en una tarde. Además, también sirve para despejar la mente
tras una ardua sesión a otro juego de índole más complicado. No todo en la vida
va a ser jugar a Le Havre, Terra Mítica, Agrícola o Pilares de la Tierra; de
cuando en cuando un Aventureros al tren y no complicarse demasiado también es
divertido.
Existen
muchas expansiones del juego, cada una con una variante que lo hace más
divertido e incluso en ocasiones más competitivo y complicado, como en el caso
de Aventureros al tren Europa. De hecho, recomiendo comprar el Europa y
olvidarse del de Estados Unidos. Cada expansión es independiente, con lo que no
necesitas el básico excepto si compras las minis expansiones. Existe también una
versión en cartas, sin tablero, pero es bastante cutre. La presentación es
bastante buena comparado con otros juegos de mayor rango, pues el tablero es
bonito y los vagones de colores brillantes para que no haya equivocaciones. Por
sacarle otro pero, el precio lo veo un poco elevado para el juego que es y lo
que ofrece, pero si se tiene paciencia y se sabe buscar por Internet lo puedes
encontrar a casi la mitad de precio. No es dependiente del idioma, así que da
igual en qué país lo compres.
Si
no lo has jugado nunca te recomiendo que lo pruebes. No esperes gran cosa, pero
seguro que lo vas a disfrutar al menos las primeras partidas.